miércoles, 6 de junio de 2012

VIRGINIA WOOLF


Inglaterra  (Londres,  1882 - Lewes, 1941)

Novelista y crítica británica cuya técnica del monólogo interior y estilo poético se consideran entre las contribuciones más importantes a la novela moderna. Adeline Virginia Stephen, hija del biógrafo y filósofo Leslie Stephen, nació en Londres y estudió en su casa. Después de la muerte de su padre en 1905, habitó con su hermana Vanessa —pintora que se casaría con el crítico Clive Bell— y sus dos hermanos en una casa del barrio londinense de Bloomsbury que se convirtió en lugar de reunión de librepensadores y antiguos compañeros de universidad de su hermano mayor. En el grupo, conocido como Grupo de Bloomsbury, participó —además de Bell y otros intelectuales londinenses— el escritor Leonard Woolf, con quien se casó Virginia en 1912. En 1917 ambos fundaron la editorial Hogarth.

Sus primeras novelas, Fin de viaje (1915), Noche y día (1919) y El cuarto de Jacob (1922), ponen de manifiesto su determinación por ampliar las perspectivas de la novela más allá del mero acto de la narración. En sus novelas siguientes, La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927), el argumento surge de la vida interior de los personajes, y los efectos psicológicos se logran a través de imágenes, símbolos y metáforas. Los personajes se despliegan gracias al flujo y reflujo de sus impresiones personales, sentimientos y pensamientos: un monólogo interior en el que los seres humanos y sus circunstancias normales aparecen como extraordinarios. Influida por el filósofo francés Henri Bergson, Woolf, como el escritor francés Marcel Proust, se adentra en la idea del tiempo.

De sus restantes novelas, Las olas (1931) es la más evasiva y estilizada, y Orlando (1928), más o menos basada en la vida de su amiga Vita Sackville-West, es una fantasía histórica a la vez que un análisis del sexo, la creatividad y la identidad. También escribió biografías y ensayos; en Una habitación propia (1929), defendió los derechos de la mujer. Su correspondencia y sus diarios, publicados póstumamente, son valiosos tanto para los escritores en ciernes como para los lectores de su obra.

El 29 de marzo de 1941 se suicidó ahogándose y escribió la siguiente carta a su marido, Leornad Woolf:

28 de Marzo de 1941

Querido,
estoy segura de que, de nuevo, me vuelvo loca. Creo que no puedo superar otra de aquellas terribles temporadas. No voy a curarme en esta ocasión. He empezado a oír voces y no me puedo concentrar. Por lo tanto, estoy haciendo lo que me parece mejor. Tu me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todo momento todo lo que uno puede ser. No creo que dos personas hayan sido más felices hasta el momento en que sobrevino esta terrible enfermedad. No puedo luchar por más tiempo. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y lo harás, lo sé. Te das cuenta, ni siquiera puedo escribir esto correctamente. No puedo leer. Cuanto te quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte... todo el mundo lo sabe. Si alguien podía salvarme, hubieras sido tu. No queda nada en mí salvo la certidumbre de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.

No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que nosotros hemos sido.


(Más información: Wikipedia, Wikipedia en inglés, Virginia Woolf Society, Biografías y Vidas)

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