miércoles, 10 de octubre de 2012

BERTRAND RUSSELL

Inglaterra  (Tellech, 1872 - Penrhyndeudraeth, 1970)

Nació en una familia aristocrática, y recibió educación mediante tutores en su domicilio. Más tarde estudió Matemáticas en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, continuando con los estudios de Filosofía. Marchó a Alemania y allí estudió Economía, y a su vuelta fue profesor de la London School of Economics y posteriormente en la Universidad de Cambridge. En 1916, perdió su puesto en esta universidad y fue encarcelado por sus posiciones pacifistas respecto a la Primera Guerra Mundial, posiciones que mantendría a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos bélicos posteriores. Entre 1940 y 1950, intervino en emisiones de la BBC sobre temas de actualidad y filosóficos.

Es uno de los hombres que más profunda huella ha dejado en el pensamiento occidental de nuestro tiempo, y -fruto de una curiosidad intelectual casi ilimitada- se ha convertido en un referente en las más diversas ramas del saber. Estudió matemáticas, física y ciencias humanas en Cambridge. Su teoría de los tipos, con la que daba respuesta a la grave crisis que atravesaba la teoría de los conjuntos, abrió un nuevo campo a la lógica formal. En la filosofía moral y social, abordó las contradicciones entre individuo y sociedad, libertad y orden, progresismo y pesimismo, etcétera. Su insobornable actividad crítica hizo que fuera encarcelado en dos ocasiones y, enfrentado a la carrera armamentística nuclear y a la violencia en general, presidió el tribunal que juzgó los crímenes de guerra en Vietnam.

A lo largo de sus casi cien años de vida, trabó amistad con algunos de los hombres y mujeres más importantes de su tiempo, que desfilan por estas páginas en soberbios retratos: de Joseph Conrad, George Bernard Shaw y T.S. Eliot, a George Edward Moore, F. H. Bradley o Alfred North Whitehead, pasando por Jean Paul Sartre y Albert Einstein.

Además de profesor en Cambridge, donde Wittgenstein fue uno de sus alumnos aventajados, y conferenciante en universidades y centros culturales de todo el mundo, fue autor de una vasta obra escrita que le convirtió en el filósofo del siglo XX más leído por los lectores no especializados, y eso se debe sin duda a su característico e inconfundible sentido del humor, en el que la ironía desemboca a menudo en el sarcasmo más implacable, y en un estilo depurado.


Entre sus libros destacan la recopilación de ensayos Porqué no soy cristiano, Autobiografía y muchos libros de filosofía.

En 1949 fue nombrado miembro de la Orden del Mérito y en 1950 se le concedió el Premio Nobel de Literatura.

“Tres pasiones simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento, y la insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad”

(Más información: Wikipedia, Biografías y vidas, Epdlp)

No hay comentarios:

Publicar un comentario